EuroAeropuerto, Basel, Suiza, 12:20 de la madrugada.
Salgo, con mucha incertidumbre... Habra venido alguien de la empresa por mi? tendre que pernoctar aqui...?
El primer trago de realidad fue que nadie de la empresa habia ido por mi. Alli estaba yo, extranjero en tierras extrañas, sin saber que hacer. Pero siempre Dios nos pone angeles en el camino. Solo fue cuestion de caminar unos pasos y alli conoci a Fabiola. Ya medio nos conociamos por chat. Ella vive en Basel, y por azares del destino mi padrino de boda la conoce. Pues bien, tuvo la amabilidad de irse a plantar al aeropuerto para esperarme, Dios se lo pague.
Como a esas horas ya habia partido el ultimo autobus, tuvimos que buscar un taxi. Alli estaba, el penultimo de la noche. Un señor con un Hyundai Sonata muy elegante que nos ayudo muy presuroso a subir las cosas... casi tan presuroso como el taximetro.
Yo casi juraria que Fab le iba dando instrucciones precisas al conductor para que nos llevara a Braite, su barrio. Al final ella me explico que no habia entendido nada de lo que nos pregunaba el taxista, y que si llegamos fue casi por mera coincidencia.
La buena noticia despues de tantas visicitudes era que me darian posada por esa noche, pues a esas horas ya estaba cerrada la oficina del hotel que la empresa habia reservado para mi.
Al bajar el taxista me dio el segundo trago de realidad:
Herr Taxifahrer> Fünf und vierzig franken bitte
El desconsuelo vino a mi rostro al ver que eran 45 francos, algo asi como 400 pesos :o
Monday, November 26, 2007
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